Tras varias disputas parlamentarias, la presidente de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pudo cumplir una de sus promesas de campaña: la modificación de las leyes LGBT y la eliminación del concepto “identidad de género”.
Los fundamentos para avanzar con estos cambios en la “Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid” aprobada en 2016, según la integrante del Partido Popular (PP), es que las leyes de la comunidad LGBT generan confusión y dejan “huecos legales” donde las personas que no pertenecen a ésta se aprovechan vulgarmente. Un ejemplo de ello, es la autopercepción. Ítem particular al que Díaz Ayuso apuntó.
Al eliminar el concepto de “identidad de género”, la norma ahora vigente señala que habrá que hablar de “condición o expresión sexual”, pero además se borra la inversión de la carga de la prueba (una obligatoriedad del ordenamiento jurídico por la que quien denuncia debe probar el incumplimiento de la ley) o la posibilidad de que se cometa una discriminación “por error”, al considerar que podría vulnerar la presunción de inocencia.
“Se pretende corregir algunos aspectos, que ya fueran de buena fe o movidos por el afán de imponer ciertas doctrinas conocidas como de género, acababan conculcando derechos”, dijo la diputada Mónica Lavín del PP en pleno debate parlamentario. En ese sentido, aseguró que estos cambios evitarán que “la causa de la igualdad ante la ley y la no discriminación se convierta en un instrumento de ingeniería social, que confunda ciertas doctrinas de parte con los derechos fundamentales”.
No es una ley elevada con la intención de “proteger a todos” ni representa a un “Madrid apocalíptico”, sí quitará del eje la “victimización, el agravio y las denuncias falsas”.
Además de ello, se añadió de manera obligatoria el acompañamiento psicológico a menores de edad que consideren el cambio de sexo. Y, de manera optativa, PP consideró apropiado garantizarle el “acompañamiento psicológico de forma transparente y clara” a la comunidad trans.
En materia de educación estudiantil, la modificación eliminará de los currículos todo contenido relativo a la ideología de género.
LA RESPUESTA DE LA COMUNIDAD LGBTIAQ+
En manifestaciones, cartas y vía redes sociales, las diversidades se han mostrado en contra de las modificaciones por lo que consideran una forma de darles el “tutelaje” de sus vidas y decisiones al poder a través de “una serie de aros y trabas” por las que tendrán “que volver a pasar”.
Bajo ese pie, aseguraron estar “cansades (sic) de no poder llamarnos como queramos, hormonarnos cuando y como queramos, operarnos de lo que queramos”. Y agregaron: “Nuestras cuerpas (sic) son nuestras y solo nosotres (sic) decidimos, ni médiques (sic), ni psicólogues (sic) ni psiquiatras”.
En esa misma línea, la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, afirmó que “Ayuso abrió las puertas a las terapias de conversión y a los informes clínicos para menores trans. Hoy Ayuso borra a las personas LGTBI de la educación y priva a los menores de conocer la realidad diversa en la que viven“.
“Ayuso establecerá el derecho a discriminar a las personas trans en el ámbito educativo y sanitario”, añadió y aseveró: “Desde Más Madrid vamos a oponernos hasta el final”.
Sin embargo, Díaz Ayuso se hizo eco de un mensaje vía X que desmiente tal acusación. “Las terapias de conversión están proscriptas a nivel nacional (art. 17 Ley 4/23)“, este mismo describe: “Se prohíbe la práctica de métodos, programas y terapias de aversión, conversión o contracondicionamiento, en cualquier forma, destinados a modificar la orientación o identidad sexual o la expresión de género de las personas, incluso si cuentan con el consentimiento de la persona interesada o de su representante legal”.
“Dejen de instrumentalizar la sexualidad y promover el miedo para conseguir votos. Es repugnante”, concluye el mensaje que compartió la presidente de la comunidad de Madrid.
